Los mejores 50 bares de Madrid para beber o irse de tapas este 2025
La plaza de Olavide sarria gastronomía es uno de los lugares más icónicos del barrio de Trafalgar. Las croquetas son la especialidad de la casa y se sirven variadas, teniendo rellenos tradicionales, como el de jamón o el de pollo, o más originales, como el de pasas y gorgonzola o el de picadillo. Dentro del establecimiento encontramos una barra y pocas mesas, también con cierta solera. Las paredes del bar están decoradas con fotografías de personas reconocidas que han ido a probar su cocina.
Por algo se ha ganado una de nuestras pegatinas y la valoración como unos de los mejores bares de Madrid. Aunque también se puede cenar, aquí nos ocupa su faceta de bar y es el lugar ideal para pedir unas raciones y tapear con amigxs. El local combina lo castizo con lo contemporáneo tanto en su estética como en su carta. Pero, sin duda, si vas a este bar tienes que probar su versión de El Paquito, un bocadillo de carne de cordero guisada que en 2022 ganó el premio al mejor de Madrid.
Casa Kike
Un local de 300 metros cuadrados entregados al destilado más bebido donde conocedores e iniciados encuentran su lugar. Si se llena, cosa que puede suceder fácilmente, el espacio puede resultar ciertamente ajustado. En este interior llegan a sentarse unas 7 u 8 personas, siendo un total de 9 o 10 las que admite el local si parte de ellos toman su vino de pie. Los amantes del taberneo y lo castizo están de enhorabuena porque, desde hace un mes, tienen una nueva casa de comidas en Madrid a la que acudir recurrentemente. "Es un espacio para mentes inquietas que tengan afinidad por el arte, la música y la coctelería".
En una de las calles más transitadas cada domingo por el rastro se encuentra Japy Bar, un local que nada entre lo tradicional y lo moderno y que busca acercar el bar de toda la vida a un público más joven, más abierto y más libre. Es el lugar perfecto para tomar el vermut en un domingo de rastro después de dar un paseo por los cientos de puestos que llenan de vida el barrio de La Latina. Ahora la barra luce un peto de mosaicos con las caras de los más grandes, las paredes entronizan un pasado museístico y la sala integra al fondo una cabina de música que se desplaza para dejar espacio a las actuaciones. Tabernas míticas, algunas coctelerías, templos de la cerveza (artesana), el vino (natural) y el vermut, sitios de moda, barras escondidas… Si tienes hambre no dudes en pedir el pollo frito, probarás pocos tan jugosos.
Taberna Almería
En La Embajada de Embajadores la cocina nunca cierra, por lo que se puede ir a cualquier hora a disfrutar de uno de sus platos combinados, raciones o bocadillos. La Embajada de Embajadores es uno de esos establecimientos que aun siendo relativamente nuevo tiene la esencia de los bares de toda la vida. Allí jóvenes y adultos se juntan para disfrutar de una caña perfectamente tirada acompañada de un delicioso pincho de tortilla, un bocadillo o una abundante ración.
- La música en directo, los sofás de terciopelo y las paredes de madera de este local de Malasaña acompañan las cañas, vinos y cocteles que sirven.
- De hecho, es justo por la calidad de su cerveza y la perfección de sus cañas, por lo que se la conoce.
- Este Chamartín es el barrio donde creció Juan Tena, uno de los socios junto a Nacho Aparicio y David Yllera, fundadores a su vez de Mama Campo.
- Con la caña, una tapita de rigor, que suele ser queso, alguna tostada untada en diversos hummus.
- Es un imprescindible en Madrid si buscas un sitio para comer oreja y es un bastión que resiste ante los pokes, los NY rolls y toda índole de modas gastronómicas.
Lo de servir la caña con tapa es muy de Madrid, pero ¿dónde se ha visto que puedas elegir tu tapa gratis de una carta con más de diez opciones? Aunque actualmente el salón de Casa Labra en el que se servía comida como en un restaurante está cerrado, se puede seguir disfrutando de sus tapas de bacalao rebozado y croquetas, en el resto del local, que lleva desde 1860 inalterable. Con cada caña o vermut, su ración de patatas fritas artesanales (compradas en el mercado de San Fernando). Las fotografías en blanco y negro de Bodegas Alfaro hablan de un Madrid que ya solo queda en las barras, en esas mismas barras que han sobrevivido décadas, modas, rediseños y tendencias. Y en carta, platos argentinos (como el choripán o el lomito cordobés). Este esquinazo de la calle Santa Isabel con la calle San Eugenio es una sucesión de cristaleras desde las que se intuye a gente brindando, hablando, compartiendo.
bares de Madrid a los que hay que ir al menos una vez en la vida
Es un imprescindible en Madrid si buscas un sitio para comer oreja y es un bastión que resiste ante los pokes, los NY rolls y toda índole de modas gastronómicas. Han pasado los años, el precio no ha subido, la calidad se mantiene y el comentario del periodista sería ahora contradictorio. La esquina de Eusebio es la representación canónica de la idea estética de bar. Hay veces en los que la línea que separa a un bar de un restaurante es muy fina. Ese espacio clave para que la sociedad y cultura madrileña converja. El sello de Hevia, ese grandísimo restaurante con solera, tan en línea con los tiempos a pesar de sus más de 50 años, y que a menudo olvidamos en favor de las aperturas de moda, es ya una promesa de que no va a fallar.
Este bar demuestra que una posible clave del éxito es hacer bien lo que se lleva haciendo toda la vida. El paseo de los Melancólicos ya no tiene un estadio, pero la gente sigue peregrinando hasta aquí para ir a Casa Kike. Encurtidos, latas de conserva, pinchos y vermut, lo que sirven no es nuevo, glamurizarlo sí lo es. Ese es el principio que rige la carta de la taberna 100% vegana Viva chapata, en Lavapiés. Santa Canela es todo lo que le pedirías a tu bar de confianza con una vuelta de tuerca moderna. Street food rica y un local joven y desenfadado en pleno Chamberí.
Tabanco La Santa
También merece la pena sentarse y probar su ensalada de tomate y su churrasco. La recompensa (y la garantía) es que está abarrotado, al menos en las comidas de entre semana, cuando lo visitamos, dada su estratégica situación en el área de negocios del barrio de Salamanca. Un tabanco andaluz en pleno barrio de las Letras en el que sentirás la identidad andaluza desde el momento en que cruces la puerta. A esa gota sagrada es a la que Ezequiel Riesgo propone venerar en su bar de la calle Sandoval.
La Embajada de Embajadores
Algún icono tabernario de la ciudad, varias coctelerías, lugares con cerveza artesana (o no), wine bars, barras modernas… Nuestro listado de los 50 (se nos quedan ya muy cortos) mejores bares de Madrid cuenta con representantes para todos los gustos. Para tomarse unas cañas o conocer esa nueva coctelería que te han chivado, ese bar de vinos del que muchos hablan… Rabo de toro, bacalaos al pilpil, croquetas y una enorme terraza.
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La Dolores es uno de esos bares madrileños tradicionales del barrio de las Letras, que, desde su fundación en 1908 como casa de comidas, ha sido para obligatoria de la ruta de cañas por la zona. Pero justo frente a la puerta del mercado de la calle Tribulete, se encuentra este recoleto bar con poco espacio para mesas, pero una reluciente barra en la que disfrutar de platos con carnes y pescados de primera calidad. Desde su gran barra, situada en el centro del bar, se sacan las deliciosas raciones servidas en bandejas de metal y, por supuesto, refrescantes cañas.
La carta cambia cada cierto tiempo, pero los clásicos permanecen. En su interior acogedor, donde destacan la madera y los carteles antiguos, se sirven pinchos y montaditos, para alternar entre tapa y vermut a hora del aperitivo. De hecho, es justo por la calidad de su cerveza y la perfección de sus cañas, por lo que se la conoce.


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